Esta pieza ha sido publicada originalmente en RetailWire.
En octubre de 2019, meses antes de que nos golpeara la crisis del coronavirus, Amazon tomó la decisión estratégica de ofrecer los envíos de alimentos de forma gratuita a todas aquellas personas de Estados Unidos que estuvieran subscritas a Prime. Este paso fue otra señal de que Amazon estaba trabajando activamente en establecerse como un serio jugador en el espacio de la alimentación.
Cuando Amazon implementa un nuevo servicio, consigue una gran atención. El problema es que los retailers rivales a menudo se encuentran a la defensiva incluso cuando ellos ya ofrecen beneficios similares – o mejores. En una encuesta a los retailers de alimentación norte americanos realizada por RELEX y EnsemblaIQ el año pasado, casi la mitad dijo que Amazon está ganando cuota de mercado.
Los supermercados tradicionales tienen que recuperar la confianza y competir con Amazon. Aunque no es la única empresa que ofrece pedidos online y entrega de alimentos frescos, sus importantes inversiones y activos dan la impresión de que sean imbatibles. Los supermercados rivales, tienen muchas ventajas sobre Amazon (y frecuentemente igualan su oferta). Sólo necesitan la base adecuada para aprovechar esas ventajas.
Una infraestructura de la cadena de suministro sólida que de soporte a las compras online, que siguen unos patrones muy diferentes que las compras en tienda, es fundamental para el éxito competitivo. Si los supermercados que preparan los pedidos online de las tiendas locales sólo se basan en los pronósticos de tienda no pueden reponer las estanterías con la precisión suficiente para satisfacer la demanda de ambos canales. Es más probable que los compradores online y los clientes en tiendas físicas se encuentren con roturas de stock y decidan irse a la competencia.
El mejor remedio es generar pronósticos de demanda basados en datos, automatizados e independientes para cada canal y juntarlos en la planificación de la cadena de suministro. Unas inversiones apropiadas permitirán a los supermercados aprovechar al máximo sus puntos diferenciadores, como tener tiendas que pueden hacer entregas ultra rápidas de productos frescos.
Amazon, como hemos visto, está abriendo su propio concepto Fresh, además de operar Whole Foods y ubicaciones que funcionan 100% como dark stores. Todo esto se utiliza para dar soporte a las entregas de alimentos. Amazon también ha informado que está pensando en la opción de establecer centros para los pedidos online en centros comerciales locales y regionales. Y también podrán usarse para dar soporte a las ambiciones de Amazon con las entregas de los productos de alimentación.
Para los supermercados, la presión existe cuando tienen que desarrollar su cadena de suministro y las capacidades de previsión de la demanda a la vez que se mantiene la promoción de sus puntos fuertes al frente de sus actividades de marketing. Haciéndolo, pueden mantener su reputación como la opción de confianza, tanto para las compras online como para las compras en tienda, ahora y en el futuro.